El 8 de marzo de 2025 se celebra un año más el día internacional de la mujer, este año además coincidiendo con el 30 aniversario del Plan de la ONU para conseguir un mundo mejor para las mujeres y las niñas, plan que se materializó en la Declaración y plataforma de Acción de Beijing, por lo que entre los objetivos del día de la mujer de este año 2025 está el remarcar este 30 aniversario del Plan de la ONU que constituye un programa en favor del empoderamiento de la mujer, en clave de igualdad de género.
En el art. 14 de la Declaración de Beijín se establecía que “los derechos de la mujer son derechos humanos” y en su art 31 se especifica que el objetivo de tal declaración es “promover y proteger todos los derechos humanos de las mujeres y de las niñas”.
¿De verdad que hasta hace 30 años los derechos de la mujer no eran derechos humanos? El propio art. 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 aprobado en la propia ONU ya establecía que “todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos”. Es por ello por lo que cabe preguntarse ¿A qué derechos de la mujer se refieren entonces en el Plan de la ONU como parte integral de los derechos humanos?
Éstos derechos , entre otros, se refieren a derechos relativos a la mujer y la educación y capacitación de las mismas, centrándose en temas como la pobreza, la violencia (todos ellos desde la perspectiva de género),… si bien los derechos objeto de mayor reivindicación y en los que se centran todas las fuerzas a nivel internacional son los derechos relativos al ámbito de la sexualidad, es decir, los derechos reproductivos, incluyendo como tal el derecho al aborto, el derecho a la salud reproductiva siempre desde la perspectiva de género, el derecho a la confidencialidad y a la intimidad donde se incluirían el derecho a que la mujer pueda esterilizarse sin que cuente a opinión del marido o de su pareja o que una menor pueda abortar por propia decisión, excluyendo del ámbito de la patria potestad de sus padres las prácticas médicas relacionadas con la sexualidad humana, que el Estado provea de educación sexual a las adolescentes y no sus familias, por lo que se persigue situar la perspectiva de género en el centro de todas las políticas y en todos los programas que afecten a la salud de las mujeres, utilizando como medio el adoctrinamiento las aulas, la política, la sanidad, las leyes, el ámbito de la cultura así como cualquier medio de difusión e información que sea beneficioso para sus propósitos.
El lema del 8 de marzo de 2025 del día internacional de la mujer dice así: “Para las mujeres y niñas en TODA su diversidad: Derechos, igualdad y empoderamiento”.
Ya sabemos qué derechos se reivindican a muerte, con el trasfondo de la negación de la naturaleza humana y de la identidad femenina y del concepto de familia, se alega igualdad cuando lo que realmente se enmascara es la supremacía de la mujer o quien decida determinarse como mujer sobre el varón en base al concepto de empoderamiento femenino, concepto que definen como el confiar de las mujeres en sí mismas, el ser y sentirse poderosas, no saberse solas, derecho a construir su propio mundo a través del liderazgo…. desde luego contando poco o nada con el varón.
Y ahora, querido lector o querida lectora ¿Tienes realmente algo que celebrar el 8 de marzo? Que no te engañen o te camelen, la ideología del género es una ideología totalitaria que busca imponerse a nivel supranacional. Y desde luego, tal aberración no es para celebrar.
GRUPO AREÓPAGO
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