La deontología profesional periodística se basa en dos principios fundamentales: la responsabilidad social y la veracidad. Dos principios que, lamentablemente, muchos medios de comunicación y no pocos periodistas han perdido o han olvidado, como se pone de manifiesto en multitud de informaciones que se publican y que se expanden como la pólvora entre las redes sociales. Estos días varios medios de comunicación, ajenos a la veracidad y sin contrastar con la fuente la información, han distorsionando, “barriendo para sus intereses ideológicos”, unas palabras del arzobispo de Toledo, don Braulio Rodríguez, con el único propósito de generar polémica. Las han sacado de su contexto, buscando un jugoso titular para criticar al prelado y, con ello, a la Iglesia, que siempre está en el punto de mira y a cuyos miembros se trata sin ningún tipo de respeto.
Don Braulio, en la homilía pronunciada el domingo 27 de diciembre de 2015, Festividad de la Sagrada Familia (publicada en Padre Nuestro y en la web del Arzobispado de Toledo) afirmaba en relación a la violencia de género que “la mayor parte de las mujeres que mueren lo son por sus maridos que no las aceptan, las rechazan por no aceptar tal vez sus imposiciones; o por su expareja, o también por el que convivía con ella; frecuentemente la reacción machista tiene su origen en que ella ha pedido la separación. Estupendo que esas mujeres amenazadas lo digan y haya posibilidad de evitar el crimen con nuevos mecanismos de alerta. Pero el problema serio radica en que en esas parejas no ha habido verdadero matrimonio”. Palabras claras y sencillas de entender, que eran continuación de una reflexión previa sobre la necesidad de cambiar los corazones como única medida verdaderamente eficaz para combatir este mal.
Sin embargo, algunos medios de comunicación, buscando sus intereses particulares, no han terminado de comprender lo que ha dicho el arzobispo y han tergiversado la información. Estos medios han destacado párrafos sueltos fuera del contexto y han cambiado el orden de los párrafos de la homilía, sin tener en cuenta ningún tipo de orden lógico ni argumental y dando el sentido que les interesaba conseguir para generar confusión y polémica. Todo ello con un único objetivo: hacer daño a la Iglesia. No interesa transmitir la verdad de las palabras del Arzobispo, que denuncia lo poco que se hace ante estos terribles acontecimientos.
La veracidad, el rigor y la objetividad han dejado de estar presentes en algunos ámbitos periodísticos para dar paso, cada vez con mayor protagonismo, a la mentira, a la subjetividad y a las malas y falsas interpretaciones.
En el periodismo no todo vale con tal de hacer críticas que generan falsas opiniones. En el periodismo no todo vale con tal de conseguir visitas a la web, vender más periódicos y tener más audiencia. En el periodismo no todo vale con tal de herir a la Iglesia, distorsionando lo que no se ha dicho ni pensado. Sin la verdad no es posible el diálogo. No todo vale.
Grupo Areópago
Por interés publicamos el enlace de la homilía de Don Braulio:http://www.architoledo.org/Arzobispo%20don%20Braulio/2015/12%2027%20homilia%20sagrada%20familia.htm
Y el enlace a lo que publicaban algunos medios:
http://politica.elpais.com/politica/2016/01/04/actualidad/1451919164_061299.html
http://www.periodicoclm.es/articulo/sociedad/arzobispo-toledo-vincula-reaccion-machista-mujer-pida-divorcio/20160104102719004135.html?src=tpu
Intolerable. Gracias.