La pobreza es, con la caridad y la verdad, uno de los rasgos esenciales del espíritu evangélico; por tanto, no ser fiel a la pobreza es traicionar la sustancia del Evangelio. Y a mí me parece que muchos cristianos hoy, individualmente o caminando con los demás como miembros del Cuerpo de Cristo, experimentamos un cierto... Leer más →