Raro es el pueblo o el barrio obrero donde no haya una casa de apuestas deportivas. Hace años las encontrábamos en las grandes ciudades o municipios, pero en el último año vemos cómo han proliferado las salas de apuestas deportivas. Según los datos del Anuario del Juego en España en 2018, el año pasado fue el año por excelencia de estos locales recreativos y en los últimos seis años el mercado de las apuestas deportivas en España se ha multiplicado casi 2,5 veces. Un mercado que ha ido en aumento, sin orden ni concierto, y sin ningún tipo de control. Y con un público muy fácil de convencer: los jóvenes.
En noviembre de 2018, el presidente del Consejo de ONCE Castilla-La Mancha, José Martínez Martínez, compareció en las Cortes de Castilla-La Mancha, para mostrar la preocupación que genera el aumento de las casas de apuestas en nuestra región, solicitando una regulación de estos locales. Llegó a afirmar que se trata de la “nueva droga del siglo XXI”. Este tipo de juego está al alcance de todos los ciudadanos, incluso de los menores de edad, pues en muchos casos no se hace ningún tipo de control de acceso a su entrada.
Y es que según el Anuario del Juego en España 2018 el sector del juego es un motor de la economía. El juego según este Anuario, da empleo a 84.702 personas, y en 2017 se jugaron 9.408 millones de euros. Cifras que ponen de manifiesto que son muchos los intereses en torno a la proliferación de los salones de juegos en el ámbito privado. Estos intereses económicos se contraponen con el peligro que supone la creación de casas de apuestas, en barrios donde el índice de paro es alto y donde, sobre todo los hombres se encuentran atraídos por la facilidad de ganar dinero a pocos metros de su casa, llegando a crearse una adicción y por consiguiente convirtiéndose en ludópatas. Esto en lo que se refiere a las casas de apuestas físicas, que el problema se agrava si hablamos de las casas de apuestas online.
Ante el crecimiento de esta droga del siglo XXI cabe preguntarse ¿Cómo se controla la concesión de licencias de estos de estos locales de apuestas? ¿Se vigila el cumplimiento de la normativa legal sobre el juego? ¿Cómo se regula la publicidad de las casas de apuestas? Todas estas preguntas necesitan una respuesta que lleven a que disminuya el índice de ludopatía; que las futuras generaciones no sean ludópatas, en las que su vida y la de su familia esté en juego. La plaga de casas de apuestas es un problema de salud pública, y ante este problema urge actuar.
Anuario del Juego en España 2018
GRUPO AREÓPAGO
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