Cada 22 de noviembre, los músicos celebran su patrona, Santa Cecilia. Cada día la música forma parte de nuestras vidas, es un arte que nos afecta en nuestra vida cotidiana, y que ha estado presente en todas las sociedades a lo largo de la historia. Quién no tiene un músico preferido o tiene una canción favorita o la banda sonora de una película que nos recuerda un momento especial en nuestras vidas, y que prefiere frente a los millones de melodías que existen, y que se crean cada día.
La música es un arte y además es un lenguaje de comunicación, a través de este lenguaje podemos transmitir alegría, tristeza, fuerza, nos puede ayudar a reflexionar o incluso mejorar nuestro estado de ánimo.
Dicen que la música es muy beneficiosa para los bebés. Incluso antes de nacer, se recomienda que los bebés escuchen música porque estimula su capacidad de atención, les aporta tranquilidad, etc. La música puede ser terapéutica: ayuda, entre otros beneficios, en el desarrollo físico y psíquico de los más pequeños.
Podemos decir que la música también es una herramienta de comunicación de valores porque además de producir placer y bienestar cuando lo escuchamos o tristeza en función de las circunstancias, nos ayuda a transmitir valores como la solidaridad, el amor, la esperanza, la justicia, la responsabilidad, incluso algo tan especifico como es evangelizar. Como es el caso del sacerdote Daniel Pajuelo que evangeliza a través del ritmo del rap y hip-hop, que predica a través de sus canciones, ofrece su testimonio de fe en sus conciertos.
Estos son algunos ejemplos del buen uso de la música, pero también es cierto que la música puede influir en la forma de pensar y de actuar de las personas, puede ser un medio de comunicación de la violencia, de transmisión de anti-valores, puede producir efectos negativos, agresivos en los comportamientos de las personas, como son algunas canciones de reggaeton, por poner un ejemplo, que provocan conductas violentas en adolescentes.
Dice el Papa Francisco que “la música tiene la capacidad de unir las almas”, que con motivo del Día de Santa Cecilia, la música sea un instrumento de paz entre los pueblos y entre las personas que tanta falta hace en nuestros días.
Grupo Areópago
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