Jesús Vidal y el canto a la vida

Se llama Jesús Vidal y ha sido premiado con el Goya al mejor actor revelación. Pero Jesús ha revelado con su actitud, sus palabras y su lucha muchas más cosas.

Es filólogo, máster en periodismo y ha trabajado en la agencia Efe. Ha luchado desde muy pequeño, con el calor y el apoyo de sus padres y de su familia, para tener una vida lo más plena posible, a pesar de que sólo tiene un diez por ciento de visión.

Jesús nos ha revelado y ha puesto de manifiesto (junto a todos sus compañeros de la película CAMPEONES), que la vida es un precioso y maravilloso don, que con el apoyo y el acompañamiento adecuado, cualquier persona con capacidades diferentes, puede cumplir sus sueños y llegar a sus metas. Que cuando todos remamos a favor de la vida, se hacen posibles pequeños-grandes milagros como hacer una interpretación a la altura de los grandes actores y actrices de nuestro país, derrochar ternura y amor incondicional, transmitir valores como el esfuerzo, la constancia, la disciplina, la capacidad de hacernos a los que estamos cerca de ellos, más capacitados para amar.

Pero en nuestro país cada día, hay una terrorífica criba en muchos centros sanitarios. Criba en la que aquellos a los que se diagnostica en el vientre materno, algún tipo de malformación o discapacidad, son inmediatamente calificados como ciudadanos de segunda, a los que se puede arrebatar su derecho a la vida porque pueden crear muchas complicaciones. Al igual que el discurso de Jesús Vidal, esto también es aplaudido por muchos.

¿En qué quedamos? ¿Aplaudimos,  incluimos, admiramos, favorecemos la solidaridad con los que tienen capacidades diferentes o damos con nuestro silencio cómplice paso a las políticas y medidas que desde hace años, plantean el aborto de estas personas como única cruel salida para ahorrar complicaciones?

Jesús Vidal ha hecho un maravilloso canto a la vida. Canto que podríamos no haber escuchado nunca, si sus padres hubieran optado por la vía del mal llamado aborto terapéutico.

GRUPO AREÓPAGO