Querida Laura:
Estos días muchos buscan culpables de tu muerte inútil. ¿Tendrían que detener a la persona que os vendió la bebida alcohólica, a tus amigos que no te llevaron con rapidez al centro de salud, a tu familia que te permitió participar en un botellón siendo tan joven? Posiblemente todos buscamos un culpable de tu muerte para poder seguir con nuestra vida anestesiada.
El problema de tu muerte no es buscar un culpable, o muchos, sino buscar responsables; es decir, ¿quién o quiénes pueden o podemos responder de tu muerte? Y esto ya es más escabroso. Pero intentamos aventurar algunas respuestas.
-Es responsable la sociedad que permite macro-botellones y que, muy a menudo, se justifica diciendo: son jóvenes, tienen que divertirse. Eso sí, cuando hemos conocido tu muerte, todos nos rasgamos las vestiduras y decimos: No hay derecho, no se puede permitir. Palabras de condena que de poco o nada servirán porque nadie denunciará a su vecino por dar alcohol a un menor, es más puede que lo justifiquemos.
-Son responsables los medios de comunicación y las redes sociales, que permiten y presentan como un modo de diversión, de pasar un gran momento, de vivir a tope, la ingesta del alcohol u otras sustancias.
– Somos responsables las familias que, en vez buscar alternativas de ocio para nuestros hijos, dejamos que otros les introduzcan en la vida y diversión adulta sin preguntarnos ni cómo, ni con quién.
– Son responsables los amigos mayores, las pandillas, que afean a aquellos que optan por no beber. Esos amigos que consideran que con un poco de bebida se puede ligar y hacer otra cosas mejor.
Tenemos una gran tarea: evitar que esto vuelva a pasar. Sociedad, medios de comunicación, familia, amigos, escuelas todos juntos debemos empezar a fomentar y cultivar tiempos de ocio sanos que ayuden a las personas a crecer y a divertirse sin necesidad de evadirse.
Esperamos que tu recuerdo nos sirva para ello. Adiós, Laura.
Grupo Areópago
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