Solo una chica normal

El 26 de abril de 2025 fallecía la joven sevillana Belén Domínguez, de tan solo 31 años de edad, que como ella misma decía “solo era una chica normal” y que  conmovió a las redes sociales por su lucha contra el cáncer, al habérsela diagnosticado un cáncer de médula de esos considerados como raros que  la llevó a estar ingresada  y postrada en cama  desde diciembre de 2023 en la séptima planta del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, lugar donde se sometió a cirugías y a diversos tratamientos oncológicos incluido un ensayo clínico experimental que se presentaba como última opción.

Belén llega a tener más de 200.000 seguidores en redes sociales, apareció en nuestras vidas con un rostro sonriente con gran capacidad de transmitir esperanza, siempre acompañada de su familia y de su novio Emilio  que se trasladan a Madrid para estar con ella, hablándonos de su lucha contra la enfermedad, de la alegría de vivir cada instante de su día a día a pesar de los estragos de la enfermedad, ilusión por vivir que  plasmó en su libro publicado el pasado mes de octubre  “la vida es bonita incluso ahora”.

Belén  nos entusiasmó con las visitas que recibía en el propio hospital de personajes famosos como Alejandro Sanz, Alaska, Roberto Leal  o Mario Vaquerizo -a quién parece ser que ésta conoció como paciente del mismo hospital y con el que se dice que llegó a compartir habitación en uno de esos reacoples de habitaciones de hospital- y nos entusiasmó compartiendo con sus seguidores su testimonio de fe en Jesucristo la cual se fortaleció a pasos agigantados en estos momentos de su enfermedad, compartiendo  momentos tan especiales como cuando recibió en enero una carta del propio Papa Francisco o cuando fue visitada, entre otros, por D. José Cobo, arzobispo de Madrid, teniendo su habitación repleta de símbolos de fe como medallas, estampas y rosarios entre los que recibía al personal sanitario cada vez que la atendían, orgullosa de su fe. Belén supo hacernos llegar y conjugar perfectamente lo humano y lo divino agradeciendo siempre las oraciones que se elevaban al cielo por ella.

Artículo relacionado:   Cuidados paliativos

De Belén se hicieron seguidores creyentes y no creyentes, enfermos y no enfermos, personal sanitario, así como tantas personas a quienes que les duele el alma y que no encuentran sentido a su existencia, siendo Belén ese soplo de aire fresco que llegaba a cada vida desde esa séptima planta del Ramón y Cajal que se percibía como lugar bendecido.  Su afán de lucha, su saber encontrar la luz en medio de la oscuridad que la mantuvo en la alegría de vivir hasta el último suspiro, su querer darse y transmitir la alegría de vivir a los demás a pesar de las circunstancias, su compartir    el don de la fe y el valor del amor, traspasó los muros del hospital que se convirtió en su casa en estos últimos meses.

De las muchas expresiones que empleaba Belén resuenan para muchos:  “la enfermedad me ha hecho perder mucho, pero lo he ganado todo” y “no tengo miedo porque sé que Dios está conmigo”.

Belén marchó a la casa del Padre el mismo día que se estaba celebrando el entierro del Papa Francisco, cuando todos los católicos estábamos pendientes de Roma. 

Belén, ya gozas de la eternidad en la  presencia del Dios que te consolaba en medio de tu grave enfermedad, y nos arrancas una vez más una sonrisa  imaginándote montado lío  junto con el Papa Francisco, todos los Santos y María Santísima a quién tanto amabas. Descansa en paz y sigue fortaleciendo desde la otra orilla a todos los enfermos. Un beso grande Belén.

Artículo relacionado:   ¿Es nuestra fe cristiana algo que sobra o que es innecesaria?

GRUPO AREÓPAGO

Deja un comentario de forma respetuosa para facilitar un diálogo constructivo

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.

Orgullosamente ofrecido por WordPress | Tema: Baskerville 2 por Anders Noren.

Subir ↑