Iniciativas solidarias

Con el tiempo de Navidad parece que a todos los seres humanos se nos ablanda el corazón y mostramos nuestro lado más solidario y generoso. Son numerosas las campañas solidarias que se emprenden estos días en instituciones, colegios o colectivos diversos, como  la iniciativa del  Ayuntamiento de la Villa de Logrosán (Cáceres) que ayudó a que las personas que viven solas no cenen solas en Nochebuena y  Nochevieja o la un grupo de taxistas toledanos que llevaron en sus taxis de forma gratuita a los  ancianos de dos residencias de Toledo para que disfruten de las luces de la ciudad, o las distintas campañas de navidad que realiza cada año Cáritas o Manos Unidas, entre otras.

Bienvenidas sean estas iniciativas que ayudan a los que más lo necesitan, a los más desfavorecidos, a los que más sufren, a los que no tienen las mismas oportunidades que nosotros.  Sería bueno que pensemos que estas acciones solidarias no pueden darse sólo en Navidad porque quién se siente solo, también lo está el resto del año, quién no puede desplazarse a la ciudad por su edad tampoco puede después de Navidad, quien tiene hambre lo tiene los 360 días siguientes. La pobreza en todas sus dimensiones no conoce de meses, no es más intensa en Navidad.  Ya sabemos y somos conscientes de que no todos tenemos las mismas condiciones económicas y sociales para celebrar estas fiestas porque hay situaciones muy adversas y complicadas en las familias que nos hacen darnos cuenta de lo afortunados que algunos somos. Los más pobres son los que mejor viven la Navidad, porque la viven con lo poco que tienen aprovechando cada segundo y cada regalo que tienen. Hay que ser pobre para valorar lo que tenemos y lo que damos. Dar de lo que nos sobra es lavar conciencia. Dar y que nos cueste, eso es caridad.

Durante estos días nos felicitamos y nos deseamos lo mejor para el próximo año porque todos necesitamos en menor o en mayor medida que el año que viene venga cargado de alegrías y de buenas noticias. A todas las peticiones que hagamos al año 2020 que se una el que las buenas obras no se queden en Navidad, y en enero cerremos los ojos como si la otra realidad no existiera.  Nuestra ayuda no puede ser puntual sino continua. Nuestra ayuda no puede ser anecdótica y propia de esos días. Que la solidaridad y la generosidad sea nuestra seña de identidad para el 2020.

GRUPO AREÓPAGO