Los hijos no pertenecen, ni al estado, Sra. Ministra

Todos los hombres nacen libres e iguales ante la ley, es un derecho fundamental recogido en los diversos ordenamientos jurídicos de la mayoría de los países. Pero las personas no nacen adultas, tienen que crecer y desarrollar sus potencialidades físicas, morales, intelectuales… ¿Quién tiene la obligación, y por tanto el derecho, de cuidar que este crecimiento sea ordenado y logre la plena realización del menor? La lógica, la razón, el sentido común nos indica que ese derecho-deber corresponde a los padres. Los padres son anteriores a los estados, podríamos añadir, aunque los estados dejaran de existir los padres seguirían velando y cuidando con amor de sus hijos.

Las declaraciones de los derechos humanos y de los derechos del niño afirman que las sociedades prestan su ayuda a los padres en esta misión importante. Está previsto que cuando los padres no puedan ejercer su misión se pueda suplir esta tarea. El sentido común y la experiencia nos indican que cuando un menor se queda sin padres, o sus padres están incapacitados para ejercer la guardia y custodia, se recurre al ámbito de la familia; solamente cuando los familiares del menor no pueden hacerse cargo del mismo, es cuando el estado acoge al niño y cuida de él, buscándole una familia de adopción.   

Estos días este principio se está discutiendo, hace dos meses la Ministra de Educación decía que: el derecho de elección de centro educativo por parte de los padres no está recogido en el art. 27 de nuestra Constitución; y tras el consejo de ministros nos decía que: los hijos no son de los padres. Todo ello para justificar la imposición en el ámbito de la educación de una formación moral y ciudadana discutida y discutible. Estas afirmaciones se engloban en una corriente de pensamiento, podríamos decir progresista y reformador, que discute o niega el derecho de los padres a la educación de sus hijos conforme a sus propias convicciones morales y religiosas. Esta corriente que niega la libertad de los padres quiere imponerse, y todos los están en contra serían fascistas, anticuados, personas contra el progreso.

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¿Qué se encierra detrás de esta polémica? Es difícil dar las respuestas y explicar los matices que encierra esta polémica, pero aquí indicamos dos pistas: La primera, nace de una falacia muy extendida, los padres cuidan la comida y el vestido de los pequeños y los sabios biempensantes que nos gobiernan enseñan a nuestros hijos qué y cómo deben pensar. La segunda es la ideología de género, se quieren eliminar las diferencias entre varón y mujer, que según nos dicen es una construcción social; aunque tendríamos que preguntar ¿es construcción social nacer hombre o mujer? ¿es construcción social ser padre o ser madre?           

Los hijos no son propiedad de los padres, ni del estado. Los hijos son personas libres, que nacieron libres y tienen el derecho a crecer y ser educados por sus padres, según sus convicciones, para que llegados a la edad adulta puedan elegir el camino que quieran. Sra. Ministra, sería bueno que se preocupara por los problemas reales del sector educativo y dejara estos vaivenes ideológicos que poco o nada ayudan a construir un futuro mejor para los más pequeños.

GRUPO AREÓPAGO

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